La tragica perdida del hijo en su vientre ha devastado a Kate (Vera farmiga) y a su marido John (Peter sarsgaard); les ha afectado tanto en su matrimonio como en la fragil psiquis de Kate, que se ve atormentada por pesadillas y por demonios de su pasado.
Tratando de luchar por recomponer cierta normalidad en sus vidas, la pareja decide adoptar a otro niño. En el orfanato local, tanto John como Kate se sienten atraidos a una pequeña niña llamada Esther (Isabelle fuhrman).