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Los idus de marzo" cuenta los trapos sucios de una campaña presidencial en EE.UU., pero no es un film sobre politica. Al menos, es lo que opinan Evan Rachel Wood, Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Marisa Tomei, que acompañan a Ryan Gosling y a George Clooney en una historia cinica y desoladora.
"Creo que la parte politica es interesante, pero es mas interesante por otras cosas, por como cuenta la historia de un niñito que crece en un mundo de adultos", afirma Giamatti, que interpreta al jefe de campaña de uno de los candidatos democratas en esta pelicula que llega mañana a las pantallas españolas.
Tiene enfrente a Seymour Hoffman como representante de la candidatura del aparentemente perfecto Mike Morris (Clooney), en cuya campaña trabaja un joven y brillante comunicador, al que da vida Ryan Gosling.
Gosling fue el unico ausente de los protagonistas en la presentacion del filme en el pasado Festival de Venecia, en el que sus compañeros de reparto repartieron alabanzas tanto a la pelicula como al director.
"George te da confianza como director. Escuchaba sus ideas para el papel, que lo describian perfectamente", relataba la joven Evan Rachel Wood, encantada a sus 24 años de poder hacer papeles de adulta que hasta ahora le estaban vetados.
Tambien Giamatti destaca el trabajo de Clooney, al que califica de "muy organizado". "Rodabamos 5 o 6 paginas de guion en unas pocas horas, es un gran director, muy relajado, sabia exactamente lo que queria hacer", afirma.
Una opinion que comparten Tomei y Seymour Hoffman y a la que contribuyo el hecho de que el actor y director trataba de que todos se sintieran comodos en todo momento. ¿Como? "Contando constantemente bromas e historias", la mayoria "sucias y algunas muy locas", cuenta un divertido Giamatti, que se niega a repetir alguna de ellas.
Un ambiente relajado para un rodaje muy serio, con una historia de base politica pero en la que lo importante son las traiciones, la enorme dimension publica que las campañas han adquirido.
Una historia nominada al Oscar al mejor guion, cuarta pelicula de Clooney como director y con la que se consolida con proyectos personales y muy alejados de lo comercial.
"No hice esta pelicula porque fuera politica, porque creo que no lo es", señala Seymour Hoffman, para quien lo interesante estaba en el crecimiento de la politica asociada a la comunicacion, con el desarrollo de internet, de los blogs, de twitter.
Y al hecho de que "las acciones tienen consecuencias", algo de lo que no se habla en la pelicula, pero que esta ahi.
Tambien Gimatti ahonda en ese concepto.
"Tengo una vision suficientemente cinica para que no me sorprendiera lo que hacen estos tipos", asegura el actor, que resalta la popularidad de las personas que participan en las campañas politicas, que "son como maniacos de la atencion publica".
Uno de esos maniacos es su personaje, al que el sin embargo no considera el malo de la historia.
"Creo que el personaje de Ryan (Gosling) es bastante malo y complicado" y todos en general solo buscan ganar, explica Giamatti, que asegura que en el mundo que refleja el filme "lo bueno es debil".
Y una de las mas debiles de la historia es Molly, el papel que interpreta Evan Rachel Wood, una voluntaria en la campaña de Clooney, que es una "de las unicas victimas reales en la pelicula. Se le pone en una posicion en la que no ha hecho nada, simplemente comete un error, es humano, no sabe aguantar la presion", cuenta la actriz a un reducido grupo de periodistas.
Mientras que para Marisa Tomei lo mas atractivo de la pelicula es que puede servir para "abrir los ojos de mucha gente", que podran ver lo que "realmente ocurre", sin poder negarlo o mirar a otro lado.
"Eso es lo mas fuerte en la pelicula, que es una mirada nitida y realista de lo que ocurre detras de la politica", asegura Tomei.
Son esos trasfondos los que cuenta Clooney en una pelicula elegante, cinica y fria, contada con la suficiente distancia para evitar que el espectador tome parte por alguno de los personajes porque, al fin y al cabo, todos son iguales.