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El sexo y las drogas en el cine del viejo Hollywood antes de que llegase la censura

24 de agosto de 2014 10:00:01 | 1165 Lecturas | Via: 20minutos.es
  • Entre 1930 y 1934 vieron la luz cintas como 'El ángel azul' o 'Carita de Ángel'.
  • Entonces, muchos espectadores disfrutaron de los encantos de, por ejemplo, desconocida Marlene Dietrich y de Barbara Stanwyck.
  • Otras cintas dejaron ver sin tapujos el consumo de cocaina y contaron con algunos de los pocos personajes gays del cine clasico.
  • La censura en Hollywood no existia aun y la permisividad de los estudios coincidia con la permisividad que siguio a los años de la depresion.

Adulterios felices, prostitutas sin complejos, delincuentes convertidos en heroes y fiestas en las que no faltaba la cocaina. Hubo un tiempo en el que las peliculas del viejo Hollywood escaparon del control de la censura, un periodo fascinante entre 1930 y 1934 al que corresponden titulos como El angel azul o Baby Face.

Si la primera descubrio al mundo los muslos de una entonces desconocida Marlene Dietrich, en la segunda Barbara Stanwyck dio una leccion sobre como usar el sexo para ascender en la escala social. Son los ejemplos mas conocidos, pero hay muchos mas.

En España, Vertice acaba de publicar una edicion de DVD con algunas cintas 'pre-code' de los estudios RKO. Es el nombre con el que se conoce ese periodo de libertinaje cinematografico que Hollywood vivio entre sus primeras producciones de cine sonoro y la implantacion, en 1934, del llamado codigo Hays.

Cierta 'autocensura' por los mas puritanos

Denominado asi por el apellido de su impulsor, William Hays, el primer presidente de la Asociacion de Productores y Distribuidores de Cine de America, el codigo fue una especie de autocensura adoptada ante las presiones de la iglesia y los sectores mas puritanos.

"No permitia mostrar en pantalla las consideradas como desviaciones sexuales, la vulgaridad, la ridiculizacion de las religiones, el alcoholismo o la drogadiccion", explica Guillermo Balmori, experto en cine y responsable del libreto incluido en la edicion de Vertice.

O sea que el asesino debia morir o ser castigado, el adulterio no incentivado ni mostrado de modo atractivo, y suma y sigue.

La cuestion es que al principio, en plena depresion posterior al crack del 29, hubo cierta permisividad.

Cocainas y personajes gays unicos

Asi, al comienzo de Apartamento de soltero (1931), de Lower Sherman, podemos ver a una criada en un salon recogiendo con naturalidad lo que parecen restos de una fiesta, incluido algun porro y cocaina desperdigada.

Y en Nuestros superiores (1933), una de las primeras peliculas de George Cukor, aparece Constance Benett en el papel de nueva rica americana que se muda a Londres por amor, pero que despues de casarse descubre las ventajas de tener amantes. La cinta tambien incluye uno de los poquisimos personajes gays del cine clasico.

"La RKO no fue uno de los estudios que mas desafiasen el codigo", indica Balmori. Sus primeras espadas, actrices como Ann Harding, Ginger Rogers, Irene Dunne, Katherine Hepburn y la propia Constance Bennett eran "mujeres fuertes, nada pusilanimes, independientes, que vivian su sexualidad sin alardes, pero de un modo decididamente libre", afirma.

Esa imagen "molestaba aun mas y era mas perturbadora" que los delincuentes y prostitutas con los que se "regodeaba" Warner, añade Balmori. Hasta la conservadora Metro Goldwyn Mayer mostro a una Joan Crawford quitandose las bragas mientras bailaba un charleston en Virgenes modernas (1928).

Por supuesto el desnudo estaba vetado por el codigo Hays. La diosa de Montmartre (1931), de Paul L. Stein, es de las pocas de la epoca que muestra uno, eso si, lejano y difuso: de nuevo Bennett como joven rebelde que decide trabajar como modelo (desnuda) para un pintor norteamericano (Joel mccrea).

Ni que decir tiene que muchas actrices (no tanto ellos) pagaron el precio de su atrevimiento y quedaron apartadas de la industria una vez que la censura se intensifico.

Es el caso de Helen Twelvetrees, protagonista junto a John Barrymore de La ultima acusacion (1932), en la que interpretaba a una prostituta que seducia a su abogado defensor. O de Dorothy Makaill, la meretriz que en el sordido melodrama de Warner Safe in hell (1931) asesina a uno de sus examantes y huye a Sudamerica.

Y llego la censura...

La permisividad toco a su fin cuando empezaron a multiplicarse las amenazas de boicot del sector catolico y la retirada de fondos de algunos inversores.

Si hasta ese momento la aceptacion del codigo era una mera declaracion verbal, entonces se creo un organismo especifico que debia dar el visto bueno a los estrenos de los estudios, la PCA (Administracion del Codigo de Produccion).

El resto es mas conocido. En la epoca dorada de Hollywood, el codigo campo a sus anchas e impuso un puritanismo que aun pesa hoy en dia en la industria norteamericana. Eso si, a algunos, como a Lubitsch o a Hitchcock, les sirvio para aguzar su ingenio.

Sirva de celebre ejemplo la larga secuencia del beso entre Cary Grant e Ingrid Bergman en Encadenados (1946). La censura imponia un limite de tres segundos de contacto labial, y puede decirse que Hitchcock cumplio: cada tres segundos, una pausa, y en medio, un sensual dialogo que acabo alargando la escena hasta mas de dos minutos y medio.

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