'Julieta' - Si no te vas...

Se que lo nuestro (llamalo cariño, llamalo amistad, llamalo amor) ha alcanzado quizas ese punto de no retorno en el que ya no haya nada que hacer. Se que una vez llegados aqui, lo peor que podemos hacer es seguir juntos. Porque te necesito, y tu me necesitas a mi, pero juntos, no nos aportamos mas que dolor. Nos estamos destruyendo el uno al otro. Lo entiendo, de veras, y en fondo sospecho que, tal vez, a la larga, esta separacion va a ser la mejor decision que hayamos tomado en nuestra vida. Aun asi, no puedo (ni quiero) evitar ser egoista, y dejar de pensar en lo que el corazon me piden ahora mismo, de modo que... Si no te vas, te voy a dar mi vida. Si no te vas, vas a saber quien soy, vas a tener lo que muy poca gente. Algo muy tuyo mucho, mucho amor. Ay, cuanto diera yo por verte una vez mas, amor de mi cariño. Por Dios que si te vas me vas a hacer llorar como cuando era un niño. Si tu te vas se va a acabar mi mundo, el mundo donde solo existes tu. No te vayas, no quiero que te vayas porque si tu te vas, en ese mismo instante muero yo.

Y claro, ¿como te quedas? Ya puestos, dime, ¿cuanto has tardado en leerlo? A la hora de interpretarlo, que de esto se trata, Chavela, segun como tuviera la noche, podia liquidarlo en poco mas de dos minutos, pero si las palabras despertaban demasiados sentimientos (que tambien, de esto va el asunto), la duracion de la funcion podia hasta quintuplicarse. No hay tiempo previamente pactado que pueda respetarse. Cada uno, y cada situacion, requiere el suyo. Pedro Almodovar, por ejemplo, necesita mas hora y media para solventarlo. El dolor, el autentico, el que mas duele (y perdonen la obviedad), tiene esto, que cada uno lo lleva como puede; que para ello no existe un manual sobre como llevarlo; que cada uno lo lleva, y lo sufre, como mejor sabe. Chavela vivia con el, y se acostumbro tanto a su compañia, que no le quedo otra que compartirlo con los demas. Por aquello de aligerar la carga, pero tambien por lo de recordarnos que el arte, en parte, esta aqui por esto. De nuevo, no existen (o no deberian) hojas de ruta al respecto, las entrañas no entienden de esto.

En el año 2016, y con una veintena de peliculas a sus espaldas, al director mas internacional con el que cuenta nuestra cinematografia se le nota, y de que manera, el libro de estilo. No es algo malo, sino seguramente la reafirmacion de uno de los sine qua non de su autoria. Su cine aparentemente poco tiene que ver con el de sus movidisimos inicios, pero en esencia, conserva todo aquello que en un principio lo hicieron distinto al de los demas, y poco despues lo elevaron ya como manifestacion artistica unica y, en parte por ello, preciosa. En otras palabras, el buen envejecimiento del genio nos ha llevado a una facilmente constatable sofisticacion en su forma de expresarse, pero detras, sigue habiendo la misma voluntad de agitar, mezclar y remover aquello que parece que solo pueda hacerse a traves de gritos, bofetadas y grandes catarsis. Pero no. No necesariamente. Esta claro, las formas cambian, pero la esencia se mantiene. El volcan ya no ruge, pero sigue echando humo, la actividad no se queda en simples indicios, sino que queda registrada en incontestables evidencias sismograficas.

Dicho de otra manera, quien tuviera que esperar fuera de la sala durante aquel pase (el que fuera) de 'Julieta', seguramente no le quedaria otra que quedarse (mas alla de algun brote voyeur) con aquello que le indicaban los decibelios que se filtraban entre las puertas y las paredes. No debio sacar mucho de la experiencia... hasta toparse, al final de todo, con la cara de algunos de los asistentes. Durante la proyeccion, las orejas no habian detectado sintomas de grandes broncas, ni de arrebatos marca de la casa en la banda sonora de Alberto Iglesias, y sin embargo, ahi estaban algunos, atestiguando un sufrimiento que iba mucho mas alla de la dimension del oido. Por supuesto, esto no era suficiente ni para con Chavela. En el caso de Pedro, hablamos de cine, claro; de cine en estado puro, con lo que efectivamente, hacen falta mas sentidos. La cuenta no se detiene con la vista, sino que debe seguir hasta alcanzar el intangible de la sensibilidad, fruto de la union no solo sensorial, sino, por supuesto, sentimental.

Tras su genial pero fallido ultimo garbeo con la comedia, Almodovar vuelve en 'Julieta' al drama puro. Con la excusa de la adaptacion del mundo literario de Alice Munro, nos topamos con una histora que, a manos del manchego, podria llevarnos, en mas de una ocasion, a la tentacion del deja vu. La circunstancia, que en cualquier otro caso habria sido un handicap casi insalvable, se salda aqui con otra ocasion para deleitarse con la manera unica que tiene este director para contar historias. Las formas, ni falta hace decirlo, son fundamentales. Tanto, que el ''Mafia, ¡estafa como puedas!'' supera al ''¡qué te calles!''; la narracion a lo narrado... en fin, el septimo arte, a todo lo que se le intenta parecer. No hay dudas al respecto: despues de la maduracion, viene la sublimacion, y ahora mismo, nos encontramos en este punto. Volvamos, por ejemplo, a la partitura de Iglesias, en la forma en que esta renuncia a sus tradicionales picos de intensidad, para convertirse en un implacable hilo conductor emocional. Hablemos, para seguir con los ejemplos, de como Adriana Ugarte y Emma Suarez se convierten en las dos caras de una moneda (la de un universo femenino inconfundible) que brilla como casi nunca antes lo habia hecho.

Nota: 8 / 10

por Victor Esquirol Molinas
@VctorEsquirol

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